jmcongo
Poco a poco iré contando los aspectos y experiencias de mi nueva vida en la República Democrática del Congomartes, agosto 14, 2007
UN HITO MÁS y.... "LA RISA NEGRA"
Puede que esta sea mi última entrada en el blog antes de viajar a España, o puede que no.En África todo es posible.
Y como dice Yannick de forma simpática y socarrona: « Les mauvaises nouvelles : il n'y en a pas, sinon on ne serait pas au Congo ! Parfois la bière n'est pas assez fraîche... », algo así como ¿malas noticias ? No las hay, sino, esto no sería el Congo, excepto que a veces la cerveza no está suficientemente fría…..
Por lo tanto, hablaré de las buenas noticias.
Por lo tanto, hablaré de las buenas noticias.
zapata (cimiento) en la zona de ascensores
El sábado pasado día 11 de agosto, conseguimos hormigonar los primeros 230 m2 del forjado-techo planta sótano; ninguna de las personas que trabaja en el equipo “dalle”, había realizado antes ese trabajo. Y sin embargo, lo han hecho francamente bien, en diez días y ¡en Kinshasa!
Este es el HITO.
Este es el HITO.
comenzando los pilares esa misma zona con el forjado terminado
Hace cuatro meses nadie imaginaba que seríamos capaces de hacer 900 m2 de muro, en plena época de lluvias, con todas las labores auxiliares de contención, impermeabilización y drenaje necesarios.
Cada día fabricamos “in situ” una media de 40 m3 de hormigón y todo el hierro necesario para armar ese hormigón en nuestro taller de ferralla; se han excavado a mano o a máquina y transportado, unos 25.000 m3 de tierras; se han construido 60 pilares con sus cimientos correspondientes; también, como decía antes, el primer pedacito de forjado; se ha finalizado la estación depuradora y hemos arreglado las calles alrededor de nuestra obra, construyendo 300 metros de canal de hormigón para recogida de aguas (caniveau).
el lunes reuní de nuevo a los trabajadores para decirles que estaba contento con su trabajo.
Insistí en que debían perseverar en el aspecto de la buena organización, que cada uno conozca su tarea y prevea las cosas con tiempo (¡casi nada!), y evitar en lo posible los agrupamientos masivos. Y es que por aquí hay una tendencia natural a crear multitudes (la foule) en las que todos intentan solucionar algo y cada uno da una opinión diferente, además de satisfacer la curiosidad innata que se tiene.
Hoy me decía Androuch que la costumbre en los poblados es que cuando alguien pide socorro acuda todo el mundo en unos minutos, incluso la gente que está en las labores del campo.
También hablé de las formas, pues debían intentar venir con la ropa de trabajo más o menos limpia y reparada.
Les di la buena noticia de que se iba a hacer la prueba de dejar de trabajar el sábado. “Nouvelle” acogida con vítores y entusiasmo general.
Les anticipé que este sábado haríamos una nueva fiesta con comida, bebida y música.
Y el desbordamiento del entusiasmo se produjo cuando dije que el domingo pretendía alquilar un autobús para llevar a un grupo de ellos, con sus hijos, a la “FIKIN” (Feria de Kinshasa). Ninguno ha tenido la oportunidad de ir ya que hay que pagar y eso no está al alcance de la mayor parte.
Cada día fabricamos “in situ” una media de 40 m3 de hormigón y todo el hierro necesario para armar ese hormigón en nuestro taller de ferralla; se han excavado a mano o a máquina y transportado, unos 25.000 m3 de tierras; se han construido 60 pilares con sus cimientos correspondientes; también, como decía antes, el primer pedacito de forjado; se ha finalizado la estación depuradora y hemos arreglado las calles alrededor de nuestra obra, construyendo 300 metros de canal de hormigón para recogida de aguas (caniveau).
el lunes reuní de nuevo a los trabajadores para decirles que estaba contento con su trabajo.
Insistí en que debían perseverar en el aspecto de la buena organización, que cada uno conozca su tarea y prevea las cosas con tiempo (¡casi nada!), y evitar en lo posible los agrupamientos masivos. Y es que por aquí hay una tendencia natural a crear multitudes (la foule) en las que todos intentan solucionar algo y cada uno da una opinión diferente, además de satisfacer la curiosidad innata que se tiene.
Hoy me decía Androuch que la costumbre en los poblados es que cuando alguien pide socorro acuda todo el mundo en unos minutos, incluso la gente que está en las labores del campo.
También hablé de las formas, pues debían intentar venir con la ropa de trabajo más o menos limpia y reparada.
Les di la buena noticia de que se iba a hacer la prueba de dejar de trabajar el sábado. “Nouvelle” acogida con vítores y entusiasmo general.
Les anticipé que este sábado haríamos una nueva fiesta con comida, bebida y música.
Y el desbordamiento del entusiasmo se produjo cuando dije que el domingo pretendía alquilar un autobús para llevar a un grupo de ellos, con sus hijos, a la “FIKIN” (Feria de Kinshasa). Ninguno ha tenido la oportunidad de ir ya que hay que pagar y eso no está al alcance de la mayor parte.
Hay juegos para niños, música, actividades, exposición de productos del país, etc.
Bien, todo este rollo lo he soltado porque creo que avanzamos, (mi desgaste me cuesta, nadie sabe cuánto) y me siento orgulloso de ello.
Respecto a la RISA NEGRA, hace unos días me enviaron un magnífico artículo de Alfonso Armada del que extraigo algunos párrafos, no sin antes decir aquello de la necesidad que tenemos muchos occidentales de intentar entender todo, explicarlo todo, y muchas veces, simplificarlo todo. Especialmente cuando se trata de hablar de aquellos pueblos que consideramos pobres y atrasados con respecto a nuestro mundo.
Por otro lado, los africanos negros que yo he visto, tienen una imagen del blanco y cuando dicen mundele piensan en riqueza y por tanto obligación de dar, prepotencia y consecuentemente injusticia, les generamos la risa y casi siempre están seguros de que no entendemos nada de nada.
Título del artículo: Risa negra, el enigma de África. Alfonso Armada
A pesar de nadar en la desgracia, África es el continente más optimista del mundo. Desesperado y alegre, esta paradoja africana invita a hacerse preguntas incómodas
África encierra toda la belleza y el dolor del mundo. Como un diamante ensangrentado. …….«La esperanza de vida de los africanos es la más corta, ganan los salarios más bajos y sufren algunos de los peores gobiernos del planeta. Tienen más probabilidad que cualquier otro pueblo de enterrar a sus hijos antes de los cinco años, de contagiarse de sida, de morir de malaria o tuberculosis, y de necesitar ayuda alimenticia», y sin embargo, una encuesta reciente constata que los africanos son los más optimistas del globo……
«Cada día vivido aquí, cada nacimiento, boda, graduación, salida y puesta de sol es…..un triunfo diario de la esperanza sobre la experiencia».
….. desde Bukavu, al este del Congo, uno de los países potencialmente más ricos del mundo, pero donde el saqueo y la injusticia han echado raíces: «El africano vive el día a día y está feliz con lo que tiene hoy sin pensar en mañana. Acepta fácilmente, con resignación, las dificultades de la vida: la enfermedad, la pobreza, la muerte. Hay en él una pasividad que contrasta con la agresividad, la rebeldía del europeo»……
«En fin, las risas, las cervezas, los bailes... con los que conviví casi un año (y me sigo preguntando de qué profundidades anímicas podían emerger; quizás de la necesidad de vivir el momento sin que el futuro lo contamine con su negrura), no logran sobreponerse a los rostros tristes y a las miradas angustiadas»……
Le pregunté qué podía dar África a Europa y respondió: «Su pobreza. Y con ella un espíritu profundamente humano y religioso»…….
«Quisiera decir sobre el mal humor que no es menos causa que efecto; me inclinaría incluso a pensar que la mayoría de nuestras enfermedades son el resultado de un olvido de cortesía, es decir, de una violencia del cuerpo humano sobre sí mismo»……..
…en Europa nos sentamos a que nos diviertan o nos emocionen desde pantallas…... Aquí la alegría nace de dentro, no te la trae nadie, se fabrica en el corazón y se comparte a borbotones. En el norte importamos la risa, aquí se cultiva en el alma, como se cultivan los arrozales. Lo ves en cada milímetro de vida: en las conversaciones, en el baile, en todas partes.
Si de los comentarios de Kapuscinski acerca del tiempo, alguien me decía que eran racistas no quiero ni pensar lo que dirá cuando lea esto.
Personalmente siempre he pensado que es inevitable generalizar, que todos somos más o menos racistas, que debemos encontrar tiempo para no hacer nada, y que reír es vitalmente imprescindible.
Yo procuro reírme de mí mismo, y me gusta que mis amigos se rían de mí.
Respecto a la RISA NEGRA, hace unos días me enviaron un magnífico artículo de Alfonso Armada del que extraigo algunos párrafos, no sin antes decir aquello de la necesidad que tenemos muchos occidentales de intentar entender todo, explicarlo todo, y muchas veces, simplificarlo todo. Especialmente cuando se trata de hablar de aquellos pueblos que consideramos pobres y atrasados con respecto a nuestro mundo.
Por otro lado, los africanos negros que yo he visto, tienen una imagen del blanco y cuando dicen mundele piensan en riqueza y por tanto obligación de dar, prepotencia y consecuentemente injusticia, les generamos la risa y casi siempre están seguros de que no entendemos nada de nada.
Título del artículo: Risa negra, el enigma de África. Alfonso Armada
A pesar de nadar en la desgracia, África es el continente más optimista del mundo. Desesperado y alegre, esta paradoja africana invita a hacerse preguntas incómodas
África encierra toda la belleza y el dolor del mundo. Como un diamante ensangrentado. …….«La esperanza de vida de los africanos es la más corta, ganan los salarios más bajos y sufren algunos de los peores gobiernos del planeta. Tienen más probabilidad que cualquier otro pueblo de enterrar a sus hijos antes de los cinco años, de contagiarse de sida, de morir de malaria o tuberculosis, y de necesitar ayuda alimenticia», y sin embargo, una encuesta reciente constata que los africanos son los más optimistas del globo……
«Cada día vivido aquí, cada nacimiento, boda, graduación, salida y puesta de sol es…..un triunfo diario de la esperanza sobre la experiencia».
….. desde Bukavu, al este del Congo, uno de los países potencialmente más ricos del mundo, pero donde el saqueo y la injusticia han echado raíces: «El africano vive el día a día y está feliz con lo que tiene hoy sin pensar en mañana. Acepta fácilmente, con resignación, las dificultades de la vida: la enfermedad, la pobreza, la muerte. Hay en él una pasividad que contrasta con la agresividad, la rebeldía del europeo»……
«En fin, las risas, las cervezas, los bailes... con los que conviví casi un año (y me sigo preguntando de qué profundidades anímicas podían emerger; quizás de la necesidad de vivir el momento sin que el futuro lo contamine con su negrura), no logran sobreponerse a los rostros tristes y a las miradas angustiadas»……
Le pregunté qué podía dar África a Europa y respondió: «Su pobreza. Y con ella un espíritu profundamente humano y religioso»…….
«Quisiera decir sobre el mal humor que no es menos causa que efecto; me inclinaría incluso a pensar que la mayoría de nuestras enfermedades son el resultado de un olvido de cortesía, es decir, de una violencia del cuerpo humano sobre sí mismo»……..
…en Europa nos sentamos a que nos diviertan o nos emocionen desde pantallas…... Aquí la alegría nace de dentro, no te la trae nadie, se fabrica en el corazón y se comparte a borbotones. En el norte importamos la risa, aquí se cultiva en el alma, como se cultivan los arrozales. Lo ves en cada milímetro de vida: en las conversaciones, en el baile, en todas partes.
Si de los comentarios de Kapuscinski acerca del tiempo, alguien me decía que eran racistas no quiero ni pensar lo que dirá cuando lea esto.
Personalmente siempre he pensado que es inevitable generalizar, que todos somos más o menos racistas, que debemos encontrar tiempo para no hacer nada, y que reír es vitalmente imprescindible.
Yo procuro reírme de mí mismo, y me gusta que mis amigos se rían de mí.
Ah! Y como he tardado unos días en editar la entrada me ha dado tiempo de enterarme cuál es el sobrenombre que me han puesto en la obra: ELUKA MAKAMBO, que en francés quiere decir “le chercheur des problèmes” , le provocateur, (cada uno da una versión) y en español algo así como el buscador o investigador de problemas, al parecer porque estoy siempre controlando dónde existe el defecto, el error, el trabajo mal realizado. (me lo ha contado el jefe de personal delante de todos en la oficina).
Cuando me lo han dicho, me he reído, claro.
¡Hala! Hasta más ver o leer. Kende malamu
¡Hala! Hasta más ver o leer. Kende malamu
pd. como siempre, tengo problemas para editar fotografías, así que lo dejo tal cual, pues ya he retrasado la entrada unos días.
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