jmcongo

Poco a poco iré contando los aspectos y experiencias de mi nueva vida en la República Democrática del Congo

viernes, julio 27, 2007

 

DÍA DURO

Tengo un ratito y aprovecho para colgar alguna foto.
Sí, hoy ha sido un día duro:
Reunión con la Propiedad,
Decisiones acerca del funcionamiento interno de la empresa, organigrama de la misma, reparto de responsabilidades.
Discusión con los "conducteurs", decidir si uno de ellos se queda o no.
Explicar minuciosamente cómo realizar el encofrado de un forjado reticular ( es un determinado sistema que se utiliza para hacer el "suelo" que todos pisáis en vuestras casas de varios pisos). Hemos visto un vídeo con el equipo y después, "in situ" les he explicado cómo hacerlo y cómo deben organizarse para que no haya tiempos muertos, ni trabajos inútiles. Deberé explicarlo todavía unas 50 veces más, pero hay tiempo pues vamos a comenzar el primer forjado de 250 m2 y tenemos que construir ¡16.000m2!

Después, trabajo de oficina organizando fichas y fotografías del personal por equipos, para que sea más fácil conocerlos y ubicarlos.
Pedido de materiales y utillaje a España.
El día ha comenzado con gimnasia y remo a las 6 de la mañana, aunque debo reconocer que no hubiera salido a la terraza si no hubiese oido a Kumwamba que llegaba haciendo ruido a buscarme. ¡Se estaba tan bien en la cama!
El desayuno, como siempre, en condiciones: 2 nueces, un plato de cebolla con medio aguacate, un vaso de yogurt con cereales, piña natural, zumo de naranja natural mezcaldo con polen de abejas, levadura de cerveza y no se qué más, y un te. ¿No está mal, eh?

Con eso aguanto hasta mediodía que tomo unos cacahuetes y un café.
La comida-cena será ahora, a las ocho de la noche.


Una característica común a los congoleses que tengo alrededor, quizás a la mayoría de los habitantes de este país, tal vez a millones de africanos, es la superstición. Casi nada sucede, ni bueno ni malo, que no sea fruto de agentes externos, fuerzas ocultas, la providencia, la buena o mala suerte. Especialmente cuando se trata de enfermedades desconocidas o medianamente graves, y no digamos ya de la muerte; en estos casos siempre hay alguien que les ha querido hacer mal.

Por ello es difícil que unos se enfrenten a otros o asuman un papel radical de un modo directo, sin mediar antes un hecho grave que pille a la gente en caliente; en este caso sí que se puede llegar a mostrar toda la agresividad contenida durante mucho tiempo. Algo parecido lo he conocido en los pueblos pequeños de España, donde la gente siempre sabe que todo enfrentamiento duro con un vecino será motivo de disputa y daños más o menos directos para el resto de sus días.

Recuerdo ese asesinato que hubo hace unos meses en un pueblo del pirineo. Desde el principio vaticiné que era cosa de los vecinos.

Historias de hechicerías y sortilegios me cuentan cada dos por tres, en cuanto doy la mínima ocasión. Yo escucho con respeto, a veces hago alguna pregunta, y raras veces esbozo una media sonrisa.
NGOY, chef béton
La región de Bandundu es, al parecer, especial en este aspecto. Sus gentes son muy supersticiosas y los jefes locales ejercen una gran influencia entre sus súbditos.

Me contaban, por ejemplo, que una forma de no involucrarse en las guerras o de evitar la intrusión de extranjeros en busca de tesoros y riquezas del subsuelo, era hacer desaparecer los poblados previamente a la visita de esos intrusos. Los jefes organizaban el camuflaje y/o la desaparición de las cosas y personas de tal modo que se podía pasar por allí sin enterarse de nada. Una vez atravesada la zona, preguntaban ¿dónde se encuentra tal pueblo? y la respuesta era: "Pero si acabas de pasar por allí".


Hala, y ahora me voy a descansar un poco que ya es hora.

Kende malamu
PD. Lo siento, de nuevo no entra ninguna otra imagen. El pobre Ngoy se queda ahí un poco solo, aunque lo de sólo es un decir porque con 47 años ya tiene 9 hijos, el mayor de 23 y la menor de 9 meses. Es pequeño de estatura, pero peleón, muy activo, duro y potente. Enfin, un buen remedio en algunos casos.

lunes, julio 23, 2007

 

SAISON SÈCHE

Estamos en la época seca, de mayo a septiembre, quizás por eso el blog está en barbecho.

Desde mediados de mayo no ha caído ni una gota, y curiosamente hace menos calor (la temperatura es muy agradable y el sol aparece tímidamente durante el día), menos humedad y lo que todavía resulta más raro es que hay más mosquitos que con las lluvias (por supuesto hay sus motivos).
Es sábado por la tarde, 18,10h, estoy escribiendo instalado en la terraza de casa, después de haber dormido una buena siesta; la necesitaba porque no he dormido muy bien esta noche.

Trabajo.
Las obras avanzan a un ritmo aceptable, aprovecharemos la falta de lluvias para construir todos los muros de contención perimetrales de la planta sótano; además, la dificultad para sostener las tierras es menor que antes. La excavación está casi terminada y ya se están construyendo pilares en sótano -2; la semana que viene me gustaría comenzar con el primer forjado para no dejar tantos metros de muro sin apoyos.
Aspectos técnicos que no sé si interesarán pero os lo cuento porque estoy aquí para hacer esto.

Los trabajadores parece que están motivados, casi todas las semanas hago una corta reunión para explicar lo que hacemos, incidir en aspectos concretos (el lunes pasado fue sobre la importancia de la economía del esfuerzo físico y de los materiales. Hoy me ha dicho Androuch que les gustó mucho).

Esta próxima semana querría comenzar una maqueta que realizaré “in situ”, en la misma obra, para que vean cómo se hace y refleje en tiempo real el trabajo realizado por cada equipo.
Casi todo lo que estamos haciendo y el modo de hacerlo es nuevo para ellos, es una experiencia única e inolvidable para todos nosotros y se va descubriendo poco a poco un mundo que al inicio de la aventura y, todavía ahora, está entre brumas. Si conseguimos “hacer cumbre” el espectáculo será maravilloso.
Un profano puede pensar que no se avanza puesto que estamos preparando los cimientos de lo que será el gran edificio. Como todos los inicios y preparativos, parece que no se hace nada y sin embargo este es un trabajo clave para el desarrollo posterior; en los próximos meses-años se producirá “la explosión” y del gran agujero saldrá la gran seta.

Trabajadores.
Somos unos ciento sesenta distribuidos en las siguientes zonas y equipos:
Grand Chantier. (obra nuevo hospital)
2 equipos (chefs, Mbala y Paul) haciendo muros de 4,28 m de altura con los grandes paneles de encofrado y los correspondientes cimientos; 1 E (chef papa Kastro) construyendo pilares y zapatas aisladas (solo en planta sótano hay más de 180 ud); 4E (chefs, Ndolo, Mataya, Booto, Ndago) excavando a mano y preparando los muros y columnas enterradas para que no se vengan abajo las tierras (¡estamos a 9m de profundidad rodeados de calles con un terreno que es pura arena!); 2E (chef papa Sai-Sai) fabricando hormigón.
Base 1.
2E haciendo hormigón (chef papa Ngoy); 1E haciendo bloques (para las futuras paredes).
Base 2.
1E (papa Nzazi) de ferralla preparando todas las armaduras; 1E de soldadura y trabajos de cerrajería (papa Gerard); 1E de trabajos varios; 1 E de fontanería (chef Valentin); 1E de almacén, vigilancia y control de personal.
Aquí están los aseos y duchas, depósitos de agua y carburantes, depósito de cemento y hierro.
Estación Depuradora.
1E (chef Esai) fabricando bloques; 1E (papa Nsemi) terminando las instalaciones de la depuradora y edificaciones auxiliares de la misma.
Aménagement routes.
1E (chef Mwango) arreglando las calles perimetrales, nivelando y compactando con “todo-uno” y haciendo el “caniveau” o canal de recogida de aguas de lluvia.
Transporte y taller mecánico.
1E ( chef papa André) y conductores de retro-excavadora, grúa móvil telescópica, camión, y 3 dumper.
Equipo técnico.
2 ingenieros de obras (Dieudonné, Andruch), 1 ingeniero instalaciones (Mpiana y sus electricistas), 2 encargados (chef Adelard y papa Ndombé).
En breve se ampliará con un tercer ingeniero y un arquitecto expatriado (mi querido amigo Xavi).
Administración.
Producción (mi querido joven e inquieto Eben), Jefe personal (Eugène), Contable (Guy. El otro día visité su casa, y me gustaría que pudieseis ver cómo vive en Kinshasa un economista con su esposa y tres hijos; sería un buen antídoto contra algunos males que padece la sociedad española).
Cajero. Aquí debo hacer una parada para explicar que el actual cajero es Kumwamba; joven abogado de 29 años que comenzó excavando zanjas para colocar la tubería de saneamiento (en las entradas iniciales del blog hablaba de él y del gran trabajo que estaba realizando con su equipo). Contra viento y marea decidí promocionarlo a un puesto de gran responsabilidad en el que se manejan miles de dólares y hoy es una de las personas en las que me apoyo para tirar adelante, me aconseja, habla de vez en cuando con los otros trabajadores pues a él le escuchan, y está haciendo su trabajo con una gran eficacia y responsabilidad.
Equipo de primeros auxilios.
Por fin el sexo femenino. En este mundo en el que vivo rodeado de hombres para mi desgracia (¡qué penitencia para mi!), hay un grupo de mujeres que preparan la comida cada día para aquellos que tienen los 300 o 450 FC (3/4 de dólar necesarios para comer caliente), arroz, judías o foufou, con o sin carne y salsa en función del precio.
Este equipo femenino con el que vaya vd a saber los rollos que se me traen algunos de los obreros (la mayoría con mujer y mogollón de hijos), se presenta los dos días de pago de cada mes a reclamar las deudas, con la consiguiente expectación, revuelo y disputas varias.
Alguna de ellas se mete conmigo, me hablan en lingala y se ríen. ¡qué me dirán! Son coquetas y atrevidas, siempre elegantes, y creo que controlan perfectamente el cotarro, como casi siempre.


Reflexiones.
A pesar de que hay bastante gente contratada con un trabajo y sueldo estables, cada día me encuentro alrededor de la obra a unos cincuenta hombres sin trabajo, que me miran, saludan respetuosamente, me llaman por mi nombre (se ha acabado lo de mundele, blanco), y esperan que me fije en alguno de ellos y le ayude a cambiar su vida.
¿Qué significa esto? Que cada día (y no consigo acostumbrarme por más que paso entre ellos) siento una punzada en el corazón, me estrujo el cerebro para resolver esta aporía (palabra-homenaje a un arqto. presuntuoso que nos encontramos hace años en Haiti), y pienso que este puto mundo no tiene solución aceptable, que la injusticia aparece el mismo día que nacemos puesto que somos nosotros los que la originamos.
Entre los 160 obreros se produce una rotación mensual de una sexta parte, trabajadores temporales que son sustituidos por algunos de los que están “afuera”. Otra injusticia, porque….. ¿acaso resulta fácil decirle a un hombre que se ha dejado la piel entre el polvo del cemento y la tierra que debe salir para dejar paso a otro?.
Si me inventase trabajo para los cincuenta que están en la calle (podría hacerlo, e incluso podría buscar los 3.000 U$/mes que hacen falta para pagar su salario), aparecerían al día siguiente otros cincuenta o más.
No, “no es fácil”, como dicen los cubanos.

¿Aguantaré?.
Se supone que estoy aquí para hacer un trabajo que puede durar varios años, pero hasta ahora tan sólo han transcurrido 6 meses. Es tiempo de hacer un balance aunque hoy no voy a dar la tabarra, tan sólo decir una vez más que no sé si seré capaz, que mucha gente ha depositado su esperanza en mí y esa losa pesa mucho; que me siento fuerte y con ganas; que a pesar de mi energía necesito ayuda de vez en cuando, esa clase de apoyo que puede darte quien te quiere.

Y que todo lo que hacemos en la vida no es mas que una excusa para sobrevivir, ahora bien, conviene hacerlo del modo más elegante posible y al respecto, dejando de lado la modestia que no poseo, me considero capaz de dar un par de cursos de media hora.

Como siempre, seguiría y seguiría, pues todo es cuestión de empezar.

Hablaría de la muerte que encontré en una piscina el domingo pasado y que no pude resolver; hablaría de esa sombra que nos sigue de cerca desde que nacemos, inseparable y fiel, a la que es mejor comprender que temer .
Hablaría del “brevet” de Sebas, le acompañamos sus seres más queridos a recibir el diploma de chofer que hace cinco meses ni soñaba, o de Franc, joven estudiante gallego de último curso de medicina que vino al Congo para hacer un stage de un mes en el hospital de Monkole y que no soportaba los insectos, o del médico congolés Christian que ha encontrado el amor de su vida y se va a Francia dejándome tirado. ¿Con quién beberé la Primus ahora? O de Francisco, oscense de nacimiento que está aquí formando a la policía congolesa, hombre inquieto y amante de la vida como pocos, con el que voy a comer mañana en la Gombe, o………

Kende malamu.
(las fotos para otro día, pues hoy no quieren subir)

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