jmcongo

PARA HACER AMIGOS, VIAJAR
Sábado 10-02-07 y domingo 11-02-07

Mis disculpas por la demora, intentaré escribir más a menudo aunque a veces no es fácil. Agradezco mucho vuestra atención, pues fácilmente imaginaréis que desde estos casi 6.000 Km. que nos separan físicamente me alegra recibir vuestros comentarios y cariño.

Estoy bien, ahora mismo sentado en la terraza de la casa mientras Sebas, mi colega de entrenamientos, toca la guitarra o lee unos papeles de la escuela de mecánica del automóvil. Es vigilante nocturno de uno de los edificios de este complejo, tiene 24 años y se ha animado a entrenar conmigo dos días por semana a las 6,00h de la mañana; hacemos 8 km a algo más de 5 m el Km.
Le he conseguido unas zapatillas pero le van pequeñas y tiene que llevar los dedos doblados. Le compraré unas, aunque lo de regalar, aquí se debe hacer con cuidado.
Foto de Sebas
Con anterioridad al año 1996 estuvo en Angola con el ejército de Kabila padre, y desde allí lo llevaron a Rwanda y a la zona de Kiwu en la RDC, para combatir hasta la entrada del ejército en Kinshasa. Fueron los terribles años de la sublevación contra el dictador Mobutu, todo ello mezclado con las masacres de tutsis y hutus, los grandes movimientos de civiles desplazados y perseguidos, en fin, buenos escritores han contado todo ello sobradamente y no voy a ser yo quien repita la historia.
Cuando fallece asesinado Laurent Kabila, este joven congolés, Sebas, permanece en la guardia de seguridad de Joseph Kabila, actual Presidente de la RDC, hasta que abandona el ejército.
Ahora trabaja tres días como vigilante, gana 35U$ al mes, paga 20 U$ por el alquiler de la casa y con el resto tiene que arreglarse junto con otros dos hermanos más pequeños que viven con él.
He decidido ayudarle y para ello le he pagado el curso de seis meses de mecánica del automóvil. Si lo termina con éxito tendrá un futuro mucho más prometedor; mientras tanto le vamos a buscar algún trabajo más.

Continúo escribiendo el domingo por la mañana y contaré lo que hice ayer sábado.

Me levanté a las 6,45 y después de desayunar fui a dar una vuelta por las obras, saludar a los obreros, resolver algunos problemas técnicos, seguir machacando con los aspectos organizativos, etc. Estuve poco en la oficina, pues al ser sábado se termina de trabajar a las doce y habíamos organizado una charla con los trabajadores.
Primero hablaron Dieudonné y Androuch, los ingenieros jefes de obra (conducteurs), con el fin de establecer una serie de normas de funcionamiento y convivencia y nombrar los que serán jefes de cada equipo: charpentiers, ferrailleurs, maçons, tous travaux (peones), magasinier et surveillant, station d´épuration, y trabajos de excavación a mano.

Se trata de hacer funcionar este conjunto de más de cien personas (en el futuro serán más) con el objetivo de realizar las obras en el menor tiempo posible, con buena calidad en la ejecución de las mismas, evitando incidentes y accidentes graves.
Androuch habló muy bien, en lingala, gesticulando y creando una escenografía que resultaba muy instructiva. Es un buen comunicador a pesar de ser el más joven de los dos ingenieros.
Para terminar me dirigí personalmente a los 110 hombres que allí estaban para, con la mayor brevedad posible, definir los objetivos básicos de mi estancia en este país:

- he dejado mi tierra, mi familia, mi gente, para conocer este lugar, para hacer nuevos amigos y para contribuir a equilibrar la balanza de desigualdad que existe entre esos dos mundos tan aparentemente distintos.
- Este hospital que vamos a construir es una obra muy grande, la mayor que todos hemos hecho jamás. Y en Kinshasa también marcará un hito en algunos aspectos concretos. Tiene un fin eminentemente social y esto deberán tenerlo en cuenta a la hora de sus reivindicaciones y del esfuerzo que debamos aportar.
- No todos los que allí estaban terminaran el hospital, se elegirán a los que sean más honestos y buenos trabajadores.
- Intentaré ser amable, próximo y aprenderme todas sus caras de negros raros y nombres difíciles y a partir de ese momento nadie me llamará “mundele” (extranjero, blanco)…… (risas).
Fin de la función y cada mochuelo a su olivo.

Pasé un rato por la oficina, vine para casa, encontré a tres trabajadores enfrente y les invité a una cerveza “Primus”, antes de venir a comer los exquisitos manjares que me preparan (hago foto y la adjunto). Como me sobra comida siempre la comparto con alguien.

frutas: mangusta, puari, mango.....(las dos primaras, desconocidas para mí)

Al entrar en el patio de la casa encontré a dos nuevas vecinas, dos mujeres españolas pertenecientes a Fundación Codespa que se alojarán en uno de los apartamentos que están junto al mío. Están gestionando dos proyectos de formación financiados por la Agencia Española de Cooperación, uno en Kinshasa con CECFOR (con los que estoy yo, para entendernos) de contraparte y otro en Goma con unos salesianos que trabajan en la integración y formación de los niños de la guerra.
Hice un poco de siesta, leí y comencé a escribir esta página hasta que vino Eben a buscarme para ir a beber unas cervezas a Lemba.

Eben es un joven economista, el jefe de producción de la empresa Itarkin que se ha constituido para construir el hospital, y de la que soy por ahora el máximo responsable. Otro día hablaré de él, tiene 28 años, es impulsivo, inquieto, inteligente y me llevo con él de maravilla, siempre nos reímos, salvo cuando nos peleamos por temas de trabajo. Sale ya en mi primera entrada del blog.

Salimos en coche hacia el barrio de Lemba, más movido que el mío de Mont Ngafula, y nos pilló el atasco (embouteillage) típico de “rond point nGaba” y la lluvia. Los atascos se producen en gran medida por la anarquía que impera entre los conductores, así como por el lamentable estado de la gran mayoría de los vehículos que circulan. Cada pocos metros, uno de estos “taxis” atestados de personas se paran a recoger gente(ver cómo se introducen decenas de personas en una furgoneta es todo un espectáculo, a veces produce risa, otras resulta patético, y casi siempre me provoca malestar); también se averían, hay que empujarlos, se cruzan, y al final se produce el inmenso caos circulatorio.
Mientras tanto, la gente va también a pie por todas partes, algunos cargados con cosas, los “shegué”, niños de la calle, se lavan en un chorro de agua que cae de un tejado; han cogido una pastilla de jabón y aprovechan esta magnífica oportunidad que les brinda la lluvia para lavarse cuerpo y pantalones a la vez.
Lástima que sea tan difícil hacer fotografías aquí, porque serían preciosas y muy ilustrativas.

Tengo que volver a dejar de escribir porque viene “mi peluquero”; he decidido llevar el pelo al estilo masculino africano, y va a ser divertido. Ya está, vaya pintas que hago, igual os pongo una foto.

Algunas palabras o frases:
Na zoto makazi: en francés “En forme”, me siento muy bien.
Kemba: cuidado, atención.
Zoba : bobo, estúpido.(con cuidado cuando y cómo se utiliza).
Nicazi: Una especie de castaña que se mastica y escupe porque es muy amarga y teóricamente sirve para darte fuerzas y si bebes no tienes resaca ¿? La probé, claro, y es horrible.
Guba: los eternos y constantes cacahuetes que están por todos lados y todo el mundo come. Dan energía y son baratos.

Ayer sábado noche, cuando volvíamos a casa Eben, Sebas y yo, después de beberme dos primus de 72cl cada una, comer unas brochettes de boeuf con chikuanga, que es harina de mandioca pero en este caso cocinada como un chiclé (es del modo que menos me gusta), al llegar a casa me llamó Patrick (arquitecto) para decirme que él, su esposa Filo y Laure (enfermera francesa que nació en Sri Lanka y está trabajando en el hospital desde hace diez meses) estaban en una boda. Que fuese.
Como ya estaba animado dije que sí y bueno, tendríais que haberme visto entrar en un recinto cerrado, al aire libre, con unas doscientas personas sentadas y yo, el único mundele pasando entre medio.
Los regalos se entregan por grupos de familia, amistades, etc, en fila india bailando, con los presentes en la mano, y yo pues en medio, porque había llevado una cosita que tenía en casa. Y el remate de la faena fue cuando unas niñas que hacían de majorettes se acercaron a mi mesa y me puse a bailar con ellas. Más tarde bailé con una “mama congolesa” y le pidió a Laure que me dijese que quería ser mi segundo “bureau” (en Nicaragua era sucursal).

Hoy domingo, nada especial salvo que he corrido una hora y diez minutos con Yannick y Didier y nos ha pillado la lluvia, pero fuerte, en plan trópico. Ha sido un placer.

No sé si he dicho que tengo instalada en la terraza una hamaca guatemalteca y es una delicia estar por la tarde tumbado en ella, con una cerveza y un libro.

Lobi : hasta mañana, o,
“ natongo: por la mañana
“ napokua: por la tarde


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